El Hornero (Furnarius rufus) fue reconocido como Ave Nacional Argentina mediante una encuesta escolar hecha por el diario La Razón en junio de 1928, y que fuera avalada por la Asociación Ornitológica del Plata (hoy Aves Argentinas). Su competidor, el Cóndor Andino, quedó en segundo lugar. Integra así el Hornero un selecto grupo de aves que son símbolo nacional: Sabiá larangeira en Brasil, Tero común en Uruguay, Cóndor andino en Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia, Gallito de las rocas en Perú, Pájaro campana en Paraguay, Turpial en Venezuela, Aguila real en México y Aguila calva en Estados Unidos, por nombrar sólo algunos. Otros nombres del Hornero: Joao de Barro (Brasil), Alonsito (Paraguay), Tiluchi (Bolivia).
Canto en pareja con extraordinaria sincronización:
Esta característica del Hornero está muy bien explicada en la página web historiaybiografias.com donde reproducen un artículo científico de gran valor. Recomiendo su lectura a quien desee profundizar en lo científico.
Nosotros, los legos, simplemente decimos que una pareja de Horneros "se ríe a carcajada limpia". Y lo recogemos en leyendas y canciones ...
Leyenda Wichi del Hornero: según ella nuestra ave nacional es responsable del origen del fuego (el material está extraído de la recopilación de Buenaventura Terán, El ciclo de Tokjuaj y otros mitos de los Wichi).
Aunque el Hornero era muy trabajador, le gustaba mucho reírse. Construía su casa, vivía allí un tiempo y luego la vendía.
Los otros animales hacían fiestas y no invitaban al hornero porque creían que se iba a reír de ellos. Estos animales eran la tortuga, el quirquincho, el pichi, el suri o ñandú, la chuña, el conejo, el coy y la abuelita araña. Todos iban a comer a lo del Itoj Pajla, el Hombre de Fuego.
Un día el hornero los alcanzó. Pero la avispa le pidío que por favor no se fuera a reír porque el Hombre de Fuego se enojaría.
El Itoj Pajla estaba sentado y cada uno de los animales le pasaba su olla. Él las ponía de a una sobre sus rodillas y de este modo el agua de la olla no tardaba en hervir.
El Hornero estaba alrededor del Hombre de Fuego junto con los otros animales. El suri abrió sus alas cubriendo al Hornero, temeroso de que riera, aunque el hornero le había asegurado que no lo haría.
Había un gran silencio en el lugar. El Hornero vio que el Hombre de Fuego tenía todo el cuerpo cubierto de fuego ... hasta los testículos despedían fuego !!! Cuando vio los testículos con fuego, no pudo contener la risa.
-¿Quién se ríe de mí? -quiso saber el Itoj Pajla- Ahora se va a quemar todo el mundo.
Y comenzó a largar fuego mientras todos huían. El fuego se extendió por todas partes, persiguiendo a los animales. La tortuga alcanzó a meterse en el agua y el fuego le pasó por encima. Los demás corrían hacia el mar. El suri y la chuña fueron los primeros en llegar. Parecía que el fuego ya alcanzaba a los otros, pero también llegaron a tiempo y pasaron al otro lado del mar.
El Hornero tenía la culpa de eso, pero hasta hoy sigue riéndose.
La tortuga se quedó en el agua, convirtiéndose en tortuga de agua.
Antes la gente no tenía fuego. Sólo Itoj Pajla lo tenía. Pero luego del incendio el fuego quedó en los árboles. Si el Hornero no se hubiera reído no tendríamos fuego.
Otra versión en el mismo libro nos habla así de "La risa del Hornero":
Había un hombre que plantaba zapallos, y ese hombre era el sol.
Había gente que iba a pedirle zapallos, y otros que les llevaban zapallos para que los cocine con su fuego.
Los que iban ante el sol eran todos pájaros.
Los pájaros no querían que fuera allí el Hornero, porque sabían que se iba a reír del sol.
Pero el Hornero fue.
Cuando el Hornero vio al hombre - sol echar fuego por atrás (Nota: por el ano) no pudo contener la risa.
El sol se enojó mucho y arrojó fuego contra los pájaros.
Todos huyeron muy asustados hacia el río y el sol los perseguía.
El Hornero se guareció dentro del horno que es su nido, pero se calentó tanto por el fuego que echaba el sol que salió colorado. Y así quedó hasta hoy.
Los otros pájaros se echaron al río para salvarse.
Esta riqueza cultural se incorporó naturalmente al cancionero y poemario folflórico. Aquí tienen una pequeña selección de grandes obras.
1) El Hornero, recitado criollo compuesto e interpretado por Adrián Maggi.
Unos lo llaman Casero, Alonsito o Albañil,
Juan del Barro allá en Brasil, en mi pago... en mi pago es el Hornero.
Con paso vivo y ligero, de rápidos movimientos,
suele caminar atento bichando sin alzar vuelo,
la vista fija en el suelo en busca de su alimento.
De color pardo terroso los ojos, patas y plumas,
pechera blanca se suma pa' dar un pájaro hermoso.
Ni su canto melodioso, ni un plumaje colorido,
ni un vuelo muy sostenido le da el renombre que tiene,
porque su fama mantiene por cómo construye el nido.
La cabeza redondeada, el pico largo y delgau,
ligeramente curvau y un no sé qué en la mirada.
La cola larga y cuadrada, media rojiza además,
y dos patas que quizás le sirven pa' andar galante,
con tres dedos pa' adelante y uno más corto pa' atrás.
Arma el nido en cualquier lau, árbol, corniza o tranquera,
un molina, una cumbrera o el poste de un alambrau.
Después que el barro ha encontrau con hoja o crines lo amasa
y con el pico se pasa meta acarrear con esmero
y en pocos días el Hornero ya tiene lista su casa.
Siempre Hornerito has construído a cada cría un rancho nuevo,
y como flores los huevos que en primavera han venido.
Con tu pareja que ha sido fiel de por vida con vos,
animalito de Dios, digno ejemplo de ternura,
ya que al llegar la postura dicen que incuban los dos.
Tordos, víboras, jilgueros, comadrejas y gorriones,
son los posibles ladrones de la casa del Hornero.
Que habrá de jugarse el cuero con el pico y su cantar
pa' que no puedan dentrar a la alcoba ni a la sala,
donde la hornera se instala pa' los pichones sacar.
Se turnarán, sí señor, para traerles comida,
y al volver uno en seguida canta y le avisa a su amor.
En dúo con gran valor cuando salga de la sala,
como aplaudiendo las alas, cara al cielo y pico junto,
cantarán de contrapunto sacando pecho con gala.
En el campo me han contau que el nido al rayo lo ataja,
que el domingo no trabaja ni tampoco los feriau.
Pero del indio olvidau si entramos a estudiar su ciencia,
encontramos una creencia aunque rara muy hermosa,
pa' que aprendan a hacer chozas, se lo envió la providencia.
Si canta en un temporal es porque está por parar,
y el que lo llegue a atacar, seguro que le va mal.
Dicen que es medicinal solo nido abandonau,
un trozo de horno mojau pa' la afección en la piel,
se pasa un trocito de él y al tiempo estará sanau.
Es el ave nacional, es símbolo de trabajo,
y es dicha lo que nos trajo ese pequeño animal.
Es augurio sin igual ver su nido donde quiera,
o su estampa tan campera, sencillo aunque bien plantau,
arquitecto consumau y un albañil de primera.
A dónde se habrá marchau con ese humilde aleteo,
que ya casi no lo veo sobre su nido, sobre su nido parau.
Es un pájaro sagrau y mansito por demás,
si vuelvo el tiempo pa' atrás cuando la gomera usaba,
cualquier bicho cascoteaba pero un Hornero jamás.
Hornerito qué te han hecho, decime por dónde andás,
cabeza echada pa' atrás, bien firme sacando pecho.
Hoy que estás en el repecho yo te quisiera encontrar,
pa' ansí poderte invitar ande vivo lo más pancho,
pa' que compartas mi rancho que quién te va a molestar.
En la cumbre de mi rancho
anidaron dos horneros
y yo parezco un extraño
y el rancho parece de ellos
Dentro solo, salgo solo,
siempre solo voy y vengo
juntos los hallo en el campo
y el campo parece de ellos
Juntos trabajan y cantan
y tuito lo hacen contentos
yo no sé si a mí me miran
con lástima o con desprecio
Ni se asustan cuando paso,
como si yo fuera un perro
que ni estorbo ni hago daño
y me dejan andar suelto
Ansina vivo en mi rancho
dende que solo me veo;
enantes otro era el nido
y el mundo parecía nuestro
¡Rogále a Dios, hornerito,
que no te pase lo mesmo!
Sonograma del Hornero, Furnarius rufus
Ornitología (fuente Wikipedia):
Nombre común Hornero
Orden Passeriformes
Familia Furnariidae
Nombre científico Furnarius rufus
Esta característica del Hornero está muy bien explicada en la página web historiaybiografias.com donde reproducen un artículo científico de gran valor. Recomiendo su lectura a quien desee profundizar en lo científico.
Nosotros, los legos, simplemente decimos que una pareja de Horneros "se ríe a carcajada limpia". Y lo recogemos en leyendas y canciones ...
Encontré este Hornero subiendo una loma tras su canto. Llegué por su espalda y me permitió un par de fotos antes de volar. |
Leyenda Wichi del Hornero: según ella nuestra ave nacional es responsable del origen del fuego (el material está extraído de la recopilación de Buenaventura Terán, El ciclo de Tokjuaj y otros mitos de los Wichi).
Aunque el Hornero era muy trabajador, le gustaba mucho reírse. Construía su casa, vivía allí un tiempo y luego la vendía.
Los otros animales hacían fiestas y no invitaban al hornero porque creían que se iba a reír de ellos. Estos animales eran la tortuga, el quirquincho, el pichi, el suri o ñandú, la chuña, el conejo, el coy y la abuelita araña. Todos iban a comer a lo del Itoj Pajla, el Hombre de Fuego.
Un día el hornero los alcanzó. Pero la avispa le pidío que por favor no se fuera a reír porque el Hombre de Fuego se enojaría.
El Itoj Pajla estaba sentado y cada uno de los animales le pasaba su olla. Él las ponía de a una sobre sus rodillas y de este modo el agua de la olla no tardaba en hervir.
El Hornero estaba alrededor del Hombre de Fuego junto con los otros animales. El suri abrió sus alas cubriendo al Hornero, temeroso de que riera, aunque el hornero le había asegurado que no lo haría.
Hornero, Joao de barro o Alonsito. Ave Nacional de Argentina. |
Había un gran silencio en el lugar. El Hornero vio que el Hombre de Fuego tenía todo el cuerpo cubierto de fuego ... hasta los testículos despedían fuego !!! Cuando vio los testículos con fuego, no pudo contener la risa.
-¿Quién se ríe de mí? -quiso saber el Itoj Pajla- Ahora se va a quemar todo el mundo.
Y comenzó a largar fuego mientras todos huían. El fuego se extendió por todas partes, persiguiendo a los animales. La tortuga alcanzó a meterse en el agua y el fuego le pasó por encima. Los demás corrían hacia el mar. El suri y la chuña fueron los primeros en llegar. Parecía que el fuego ya alcanzaba a los otros, pero también llegaron a tiempo y pasaron al otro lado del mar.
El Hornero tenía la culpa de eso, pero hasta hoy sigue riéndose.
La tortuga se quedó en el agua, convirtiéndose en tortuga de agua.
Antes la gente no tenía fuego. Sólo Itoj Pajla lo tenía. Pero luego del incendio el fuego quedó en los árboles. Si el Hornero no se hubiera reído no tendríamos fuego.
El Hornero convive con el hombre en ciudades. Suele edificar su casa en postes y ventanas. |
Había un hombre que plantaba zapallos, y ese hombre era el sol.
Había gente que iba a pedirle zapallos, y otros que les llevaban zapallos para que los cocine con su fuego.
Los que iban ante el sol eran todos pájaros.
Los pájaros no querían que fuera allí el Hornero, porque sabían que se iba a reír del sol.
Pero el Hornero fue.
Cuando el Hornero vio al hombre - sol echar fuego por atrás (Nota: por el ano) no pudo contener la risa.
El sol se enojó mucho y arrojó fuego contra los pájaros.
Todos huyeron muy asustados hacia el río y el sol los perseguía.
El Hornero se guareció dentro del horno que es su nido, pero se calentó tanto por el fuego que echaba el sol que salió colorado. Y así quedó hasta hoy.
Los otros pájaros se echaron al río para salvarse.
Pareja de Horneros haciendo su típico canto a dúo. |
Leyenda Guaraní del Hornero relatada por Félix Coluccio en su Diccionario Folklórico Argentino:
Jahé, el hijo de un indio anciano, era la única compañía de éste. Cierto día en que perseguía a un Carpincho, rendido por el cansancio, se tendió a descansar a la orilla de un río. Al despertar vio que de las aguas surgía una joven de extraordinaria belleza, quién, dirigiéndose a su choza con ligero paso, dejó encendido su corazón de amor.
Para aspirar a su mano, Jahé y otros indios fueron envueltos en cueros frescos de animales de la selva. A medida que el sol los contraía, iban abandonando varios de los pretendientes, hasta que sólo quedaron dos: Aguará y Jahé. Cuando Aguará pidió que lo sacaran de la terrible prisión, todos se prestaron para hacerlo, pero olvidaron por poco tiempo a Jahé.
Al volver para aclamarlo vencedor, vieron que de la enrollada piel que había contenido su cuerpo escapaba una avecilla que fue a posarse en un árbol cercano. Era Jahé, a quien los sufrimientos habían transformado en un ave. Un ave que hizo su nido con ayuda de paja y barro, y al cual no debe destruirse porque ese hecho acarrea una tormenta.
Al comenzar su trabajo vio que otra ave parecida a él comenzaba a ayudarlo. Era la muchacha de la cual se había enamorado y que, también convertida en pájaro, se unió a él, para siempre, en el amor y en el trabajo.
Hornero en el instante exacto de tomar vuelo. |
Leyenda europeizada del Hornero que encontré en "Fogón rural", un muy interesante blog:
Juan Hornero, capitán español de las huestes que llegaron con Gaboto y que fueron las primeras en descubrir el maravilloso Paraná, se enamoró de una joven india. Pero su amor era imposible, pues el cacique se negaba a dar su consentimiento. Para amarse eternamente fundieron sus cuerpos en una hoguera y de allí surgieron transformados en dos órganaitigs (nombre guaraní del Hornero).
El, ingenioso como era, en la horqueta de un árbol construyó su nido de barro y paja, con dos compartimientos. En el más protegido, La hembra se dedica amorosamente a la cría.
Creencias populares:
Carlos Villafuerte, en su libro Aves Argentinas y sus leyendas nos dice:
* Es creencia general que el Hornero no trabaja los domingos, y cuando lo hace, se considera que habrá un invierno lluvioso.
* La noche en que nacen los polluelos, el macho alumbra el nido con luciérnagas.
* Cuando construye el nido sobre la cumbrera de un rancho, éste se halla protegido de rayos y de centellas.
* Cuando hace su nido en los árboles, cerca de las casas es de excelente augurio para el agricultor, pues la tierra dará abundantes frutos.
* Sus gritos delatan la proximidad de reptiles y de animales dañinos.
En la quinta que mi hermana Georgina tiene en Pilar, Buenos Aires, este Hornero camina a tu lado sin temor alguno. Yo digo que mi hermana lo tiene amaestrado ... |
Canciones y poesías:
Esta riqueza cultural se incorporó naturalmente al cancionero y poemario folflórico. Aquí tienen una pequeña selección de grandes obras.
1) El Hornero, recitado criollo compuesto e interpretado por Adrián Maggi.
Unos lo llaman Casero, Alonsito o Albañil,
Juan del Barro allá en Brasil, en mi pago... en mi pago es el Hornero.
Con paso vivo y ligero, de rápidos movimientos,
suele caminar atento bichando sin alzar vuelo,
la vista fija en el suelo en busca de su alimento.
De color pardo terroso los ojos, patas y plumas,
pechera blanca se suma pa' dar un pájaro hermoso.
Ni su canto melodioso, ni un plumaje colorido,
ni un vuelo muy sostenido le da el renombre que tiene,
porque su fama mantiene por cómo construye el nido.
La cabeza redondeada, el pico largo y delgau,
ligeramente curvau y un no sé qué en la mirada.
La cola larga y cuadrada, media rojiza además,
y dos patas que quizás le sirven pa' andar galante,
con tres dedos pa' adelante y uno más corto pa' atrás.
Arma el nido en cualquier lau, árbol, corniza o tranquera,
un molina, una cumbrera o el poste de un alambrau.
Después que el barro ha encontrau con hoja o crines lo amasa
y con el pico se pasa meta acarrear con esmero
y en pocos días el Hornero ya tiene lista su casa.
Siempre Hornerito has construído a cada cría un rancho nuevo,
y como flores los huevos que en primavera han venido.
Con tu pareja que ha sido fiel de por vida con vos,
animalito de Dios, digno ejemplo de ternura,
ya que al llegar la postura dicen que incuban los dos.
Tordos, víboras, jilgueros, comadrejas y gorriones,
son los posibles ladrones de la casa del Hornero.
Que habrá de jugarse el cuero con el pico y su cantar
pa' que no puedan dentrar a la alcoba ni a la sala,
donde la hornera se instala pa' los pichones sacar.
Se turnarán, sí señor, para traerles comida,
y al volver uno en seguida canta y le avisa a su amor.
En dúo con gran valor cuando salga de la sala,
como aplaudiendo las alas, cara al cielo y pico junto,
cantarán de contrapunto sacando pecho con gala.
En el campo me han contau que el nido al rayo lo ataja,
que el domingo no trabaja ni tampoco los feriau.
Pero del indio olvidau si entramos a estudiar su ciencia,
encontramos una creencia aunque rara muy hermosa,
pa' que aprendan a hacer chozas, se lo envió la providencia.
Si canta en un temporal es porque está por parar,
y el que lo llegue a atacar, seguro que le va mal.
Dicen que es medicinal solo nido abandonau,
un trozo de horno mojau pa' la afección en la piel,
se pasa un trocito de él y al tiempo estará sanau.
Es el ave nacional, es símbolo de trabajo,
y es dicha lo que nos trajo ese pequeño animal.
Es augurio sin igual ver su nido donde quiera,
o su estampa tan campera, sencillo aunque bien plantau,
arquitecto consumau y un albañil de primera.
A dónde se habrá marchau con ese humilde aleteo,
que ya casi no lo veo sobre su nido, sobre su nido parau.
Es un pájaro sagrau y mansito por demás,
si vuelvo el tiempo pa' atrás cuando la gomera usaba,
cualquier bicho cascoteaba pero un Hornero jamás.
Hornerito qué te han hecho, decime por dónde andás,
cabeza echada pa' atrás, bien firme sacando pecho.
Hoy que estás en el repecho yo te quisiera encontrar,
pa' ansí poderte invitar ande vivo lo más pancho,
pa' que compartas mi rancho que quién te va a molestar.
2) "Milonga de los Horneros", canción gauchesca, letra de Romildo Risso, música Atahualpa Yupanqui, en tres versiones excelentes: Alfredo Zitarrosa, Lucía Ceresani y del propio compositor Atahualpa Yupanqui.
En la cumbre de mi rancho
anidaron dos horneros
y yo parezco un extraño
y el rancho parece de ellos
Dentro solo, salgo solo,
siempre solo voy y vengo
juntos los hallo en el campo
y el campo parece de ellos
Juntos trabajan y cantan
y tuito lo hacen contentos
yo no sé si a mí me miran
con lástima o con desprecio
Ni se asustan cuando paso,
como si yo fuera un perro
que ni estorbo ni hago daño
y me dejan andar suelto
Ansina vivo en mi rancho
dende que solo me veo;
enantes otro era el nido
y el mundo parecía nuestro
¡Rogále a Dios, hornerito,
que no te pase lo mesmo!
3) "Mesmo que el hornero" compuesta e interpretada por José Larralde.
Como imitando al hornero
hice un ranchito de barro,
donde abrigo a mis cachorros
y a la mujer que venero.
Tiene los cuatro esquineros
rodeado de amor materno,
me costó varios inviernos,
con otros tantos veranos,
porque lo han hecho estas manos
será que tanto lo quiero.
He visto dentrar mil soles,
he visto llegar mil noches,
sin protestas ni reproches,
siempre pegado al adobe.
Bien haiga mi suerte pobre,
trabajar de enero a enero,
con pacencia y con esmero,
con cariño y con amor,
hice un ranchito cantor,
igualito que el hornero.
Lindo es ver al pajarito
cuando comienza su nido,
va volido tras volido
recorriendo los charquitos,
llevando barro en el pico
trabaja sin descansar,
ansi tuve yo que andar
como pájaro barrero,
si pa ser como el hornero
sólo me falta volar.
No cuento lo que he sufrido
porque el techo está primero,
si trabajé cual hornero,
para levantar mi nido,
es un deber que he cumplido,
puedo decirlo orgulloso,
y si hoy de esa dicha gozo,
sólo me resta pedir,
que Dios me deje vivir
para ver mis hijos mozos.
Como imitando al hornero
hice un ranchito de barro,
donde abrigo a mis cachorros
y a la mujer que venero.
Tiene los cuatro esquineros
rodeado de amor materno,
me costó varios inviernos,
con otros tantos veranos,
porque lo han hecho estas manos
será que tanto lo quiero.
He visto dentrar mil soles,
he visto llegar mil noches,
sin protestas ni reproches,
siempre pegado al adobe.
Bien haiga mi suerte pobre,
trabajar de enero a enero,
con pacencia y con esmero,
con cariño y con amor,
hice un ranchito cantor,
igualito que el hornero.
Lindo es ver al pajarito
cuando comienza su nido,
va volido tras volido
recorriendo los charquitos,
llevando barro en el pico
trabaja sin descansar,
ansi tuve yo que andar
como pájaro barrero,
si pa ser como el hornero
sólo me falta volar.
No cuento lo que he sufrido
porque el techo está primero,
si trabajé cual hornero,
para levantar mi nido,
es un deber que he cumplido,
puedo decirlo orgulloso,
y si hoy de esa dicha gozo,
sólo me resta pedir,
que Dios me deje vivir
para ver mis hijos mozos.
4) El dúo de Los Hermanos Cuestas ha grabado numerosas canciones dedicadas a las aves: Malambo del Hornerito se encuentra entre sus mejores logros. El tema pertenece a Waldo Belloso y Zulema Alcayaga
Chapalea en el barro,
parece que zapatea un malambo.
Malambo del hornerito que amasa,
la tierra para su casa.
Ta-ra-ca-tá trabaja,
Ta-ra-ca-tá parejo,
Ta-ra-ca-tá trabaja
debajo del sauce viejo.
Para su nido, que prevenido,
alta es la rama
que el pícaro se ha elegido.
Tan redondito como un hornito,
tan abrigado,
es el nido del hornerito.
Me gustaría poder un día
hacer mi casa
poniendo tanta alegría.
5) Desde la provincia argentina de Santiago del Estero, el cantautor Jacinto Piedra interpreta su tema Juan Alonso, el Hornero.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
Y un ave vuela
trae la calma
su sombra es sueño
bajo el sol.
bajo el sol.
Antes que amanezca
sale sale a trabajar
anda buscando
en la mentira su paz.
Y un viento me habla
me da su calma
la sombra es sueño
bajo el sol.
bajo el sol.
bajo el sol.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
6) Joao de Barro, tema folklórico en música sertaneja de Brasil, interpretado por Sergio Reis.
O João de Barro, pra ser feliz como eu
Certo dia resolveu arranjar uma companheira
No vai-e-vem, com o barro da biquinha
Ele fez sua casinha lá no galho da paineira
Toda manhã, o pedreiro da floresta
Cantava fazendo festa, pra aquela quem tanto amava
Mas quando ele ia buscar o raminho
Pra construir seu ninho o seu amor lhe enganava
Mas neste mundo o mal feito é descoberto
João de Barro viu de perto sua esperança perdida
Cego de dor, trancou a porta da morada
Deixando lá a sua amada presa pro resto da vida
Que semelhança entre o nosso fadário
Só que eu fiz o contrario do que o João de Barro fez
Nosso senhor me deu força nessa hora
A ingrata eu pus pra fora, por onde anda eu não sei
7) EL HORNERO (Poema tradicional de: Leopoldo Lugones).
Chapalea en el barro,
parece que zapatea un malambo.
Malambo del hornerito que amasa,
la tierra para su casa.
Ta-ra-ca-tá trabaja,
Ta-ra-ca-tá parejo,
Ta-ra-ca-tá trabaja
debajo del sauce viejo.
Para su nido, que prevenido,
alta es la rama
que el pícaro se ha elegido.
Tan redondito como un hornito,
tan abrigado,
es el nido del hornerito.
Me gustaría poder un día
hacer mi casa
poniendo tanta alegría.
5) Desde la provincia argentina de Santiago del Estero, el cantautor Jacinto Piedra interpreta su tema Juan Alonso, el Hornero.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
Y un ave vuela
trae la calma
su sombra es sueño
bajo el sol.
bajo el sol.
Antes que amanezca
sale sale a trabajar
anda buscando
en la mentira su paz.
Y un viento me habla
me da su calma
la sombra es sueño
bajo el sol.
bajo el sol.
bajo el sol.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
Tiene sueños
de alfarero
ama barro y cielo.
6) Joao de Barro, tema folklórico en música sertaneja de Brasil, interpretado por Sergio Reis.
O João de Barro, pra ser feliz como eu
Certo dia resolveu arranjar uma companheira
No vai-e-vem, com o barro da biquinha
Ele fez sua casinha lá no galho da paineira
Toda manhã, o pedreiro da floresta
Cantava fazendo festa, pra aquela quem tanto amava
Mas quando ele ia buscar o raminho
Pra construir seu ninho o seu amor lhe enganava
Mas neste mundo o mal feito é descoberto
João de Barro viu de perto sua esperança perdida
Cego de dor, trancou a porta da morada
Deixando lá a sua amada presa pro resto da vida
Que semelhança entre o nosso fadário
Só que eu fiz o contrario do que o João de Barro fez
Nosso senhor me deu força nessa hora
A ingrata eu pus pra fora, por onde anda eu não sei
7) EL HORNERO (Poema tradicional de: Leopoldo Lugones).
Este genial constructor sólo utiliza una vez su nido. Al abandonarlo, otras especies lo aprovechan para su propia cría. |
La casita del hornero tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala justamente el nido entero.
En la sala, muy orondo, el padre guarda la puerta,
Con su camisa entreabierta, sobre su buche redondo.
Lleva siempre un poco viejo su traje aseado y sencillo.
Que, con tanto hacer ladrillo, se le habrá puesto bermejo.
Elige como un artista el gajo de un sauce añoso.
O en el poste rumoroso se vuelve telegrafista.
Allá, si el bario está blando, canta su gozo sincero.
Yo quisiera ser hornero y hacer mi choza cantando.
Así le sale bien todo, y así en su honrado desvelo,
Trabaja mirando el cielo en el agua de su lodo.
Por fuera, la construcción como una cabeza, crece,
Mientras, por dentro, parece un tosco y buen corazón.
Pues como su casa es centro de todo amor y destreza,
La saca de su cabeza y el corazón pone adentro.
La trabaja en paja y barro, lindamente la trabaja,
Que en el barro y en la paja es arquitecto bizarro.
La casita del hornero tiene sala y tiene alcoba,
Y aunque en ella no hay escoba, limpia está con todo esmero.
Concluye el hornero su horno, y con último retoque
Le deja áspero el revoque contra el frío y el bochorno.
Ya explora al vuelo el circuito, ya sobre la tierra lisa
Con tal fuerza y garbo pisa, que parece un martillito.
La choza se orea en tanto, esperando a su señora,
Que elegante y avizora, llena su humildad de encanto.
Y cuando acaba, jovial, de arreglarla a su deseo,
Le pone con un gorjeo su vajilla de cristal.
En la alcoba la hembra instala justamente el nido entero.
En la sala, muy orondo, el padre guarda la puerta,
Con su camisa entreabierta, sobre su buche redondo.
Lleva siempre un poco viejo su traje aseado y sencillo.
Que, con tanto hacer ladrillo, se le habrá puesto bermejo.
Elige como un artista el gajo de un sauce añoso.
O en el poste rumoroso se vuelve telegrafista.
Allá, si el bario está blando, canta su gozo sincero.
Yo quisiera ser hornero y hacer mi choza cantando.
Así le sale bien todo, y así en su honrado desvelo,
Trabaja mirando el cielo en el agua de su lodo.
Por fuera, la construcción como una cabeza, crece,
Mientras, por dentro, parece un tosco y buen corazón.
Pues como su casa es centro de todo amor y destreza,
La saca de su cabeza y el corazón pone adentro.
La trabaja en paja y barro, lindamente la trabaja,
Que en el barro y en la paja es arquitecto bizarro.
La casita del hornero tiene sala y tiene alcoba,
Y aunque en ella no hay escoba, limpia está con todo esmero.
Concluye el hornero su horno, y con último retoque
Le deja áspero el revoque contra el frío y el bochorno.
Ya explora al vuelo el circuito, ya sobre la tierra lisa
Con tal fuerza y garbo pisa, que parece un martillito.
La choza se orea en tanto, esperando a su señora,
Que elegante y avizora, llena su humildad de encanto.
Y cuando acaba, jovial, de arreglarla a su deseo,
Le pone con un gorjeo su vajilla de cristal.
Sonograma del Hornero, Furnarius rufus
Ornitología (fuente Wikipedia):
Nombre común Hornero
Orden Passeriformes
Familia Furnariidae
Nombre científico Furnarius rufus
Características físicas y de conducta
Es un pájaro pequeño que mide entre 16-23 cm de longitud y no presenta dimorfismo sexual aparente.
Alimentación
El Hornero es un ave insectívora que consigue su alimento mientras camina por el suelo. Su dieta consiste principalmente en pequeños invertebrados como coleópteros, grillos, mariposas y otros insectos.
Reproducción
Especie monógama. Construye un característico nido de barro en árboles, construcciones y otras estructuras. La hembra del Hornero deposita de tres a cuatro huevos, que ambos sexos incuban. Al ser un ave de hábitos no migratorios, vive y se reproduce en su área de residencia.
Hábitat y distribución
Es endémico de América del Sur y está presente en una amplia variedad de hábitats. Lo encontramos en Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil.
Es un pájaro pequeño que mide entre 16-23 cm de longitud y no presenta dimorfismo sexual aparente.
Alimentación
El Hornero es un ave insectívora que consigue su alimento mientras camina por el suelo. Su dieta consiste principalmente en pequeños invertebrados como coleópteros, grillos, mariposas y otros insectos.
Reproducción
Especie monógama. Construye un característico nido de barro en árboles, construcciones y otras estructuras. La hembra del Hornero deposita de tres a cuatro huevos, que ambos sexos incuban. Al ser un ave de hábitos no migratorios, vive y se reproduce en su área de residencia.
Hábitat y distribución
Es endémico de América del Sur y está presente en una amplia variedad de hábitats. Lo encontramos en Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil.
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