Chingolo, confiado y siempre presente

Su amplia distribución y elevada densidad poblacional hacen fácil ver en casi cualquier ambiente y época del año al popular Chingolo, Zonotrichia capensis. Podría describir como "sobria elegancia" al colorido discreto de su plumaje. Pero no por ello pasa desapercibido: es tal vez el pájaro con mayor presencia en el folklore sudamericano a través de distinto tipo de creaciones culturales, siendo enorme la cantidad de nombres que se le asignan: Incancho, Chincol (Chile), Tico Tico (Brasil), Cachilo, Copetón, Pichitanca, Comemaíz, Afrechero o Pinche. En Guaraní: Marumbré.

Del tamaño de un gorrión, encontramos al Chingolo en los más variados ambientes.

Chingolo y cultura
Su cercana convivencia con el hombre lo hizo sujeto de un sinfín de creaciones culturales. A continuación unos datos más que interesantes del pájaro tal vez más frecuente en el folklore argentino  (Fuente: oni.escuelas.edu.ar).

Chico pero peleador

Es considerado peleador agresivo. Según mitos y creencias en algunas narraciones pelea con el cóndor, el cardenal, el benteveo. Para defender el territorio, con cantos y corridas el macho previene al probable invasor y si es necesario entra en combate con él para expulsarlo de su territorio. Casi siempre el lugar del nido es defendido por el macho y en menos ocasiones por la hembra. El Chingolo no parece temer demasiado al hombre; frecuenta parques, jardines y lugares poblados.

Su canto tiene variaciones geográficas y poblacionales.

Creencias, refranes, dichos

• Se dice que cuando el Chingolo canta a media noche, al otro día habrá viento infaliblemente.
• Cuando recorre el patio de las casas y pía insistentemente, anuncia visitas.
• Para los campesinos del noroeste cuando llega una bandada de Chingolos y se asienta cerca del rancho, es anuncio de mal tiempo.
• Dicen en Santiago del estero que cuando va a nacer un niño el canto del Incancho o Chingolo es como un sollozo. Creen que dice al cantar, si el recién nacido es varón “me ha de hondear y me ha de matar”. En cambio si es niña dicen que canta alegre “ha de moler grano y me dará de comer”.
• Canillas de incancho: dícese de una persona de piernas flacas.
• Chingolo como apodo: dícese de una persona de pequeña estatura.
• Entra solo como el chingolo: alude a aquellas personas que se toman demasiada confianza.

El Chingolo tiene un trino melodioso aunque de limitadas variaciones.

Leyenda

Se cuenta que Chingolo fue un cantor y guitarrero que una vez encontró en el poblado un forastero que entonaba décimas al pie de un jacarandá. Al verlo, Chingolo se bajó del caballo y le dijo que allí no había más cantor que él, y le arrebató la guitarra y la hizo añicos.

Romper una guitarra es como hacer pedazos un alma. Los dos sacaron el cuchillo al mismo tiempo. El forastero erró el golpe y quedó ensartado en el cuchillo del cantor. Chingolo fue tomado preso, engrillado y encerrado en un calabozo. A la noche, cuando alumbraban las estrellas, se convirtió en pájaro y echo a volar por entre las rejas de la prisión ...

Poesía popular:
León Benarós transcribe la poesía "Bajó el Incancho del Cielo", anotada por Juan Alfonso Carrizo en el Cancionero Popular de Tucumán.

Bajó el incancho del cielo

con una nueva tenida,

y le dice a la urpilita:

- Te van a quitar la vida

Y le dice la urpilita:

- Avísame la verdad,

si me han leído la sentencia

cúmplase su voluntad.

Y le dice el incanchito:

- No seas tan arrebatada,

que no sueles entender

señora de bufonadas.

Y le dice la urpilita:

- Aura te viá demandar,

el susto que me has pegao

bien pagao lo has de pagar.

Si fuese un modelo publicitario, el slogan para el Chingolo podría ser "la elegancia de la sencillez"

Chingolos, Chincules y Tico Ticos pueblan el cielo musical Americano.
La cercanía, ubicuidad y notoria comportamiento de este pajarillo se han traducido en maravillosas canciones del folklore que aquí les comparto.

1) Siendo el Chingolo un "compadrito" no podía faltarle un Tango ...
En 1928 Antonio Scatasso (música) y Edmundo Bianchi (letra) compusieron "Ya no cantás Chingolo". Aquí tienen la grabación de Enrique Rodríguez y su orquesta típica, con el cantor Armando Moreno interpretando el tema.

Hubo en la pampa una vez
un pajarito cantor
que sobre un yuyo parao
entonaba una canción
tan triste que parecía
el llorar de un corazón.
A ese pájaro bagual
lo espantó el ferrocarril
y su canción sin igual
no se podrá más oír.
¡Pobre pajarito gaucho,
dónde habrá ido a morir!

¡Ya no cantas Chingolo!...
¿Dónde fuiste a parar?
En algún lao, muy solo,
tu canción llorarás...
Guitarrita del campo,
pájaro payador,
te llevaste contigo
toda la tradición.

Como el ave, el payador,
sentado junto al ombú
también antes su canción
elevaba hacia el azul
donde brillaha de noche
la divina Cruz del Sur.
Ahora se calló el cantar
y el ave y el payador
fueron lejos a ocultar
su voz llena de emoción,
pues ya invadieron la pampa
el jazz, el gringo y el Ford.

¡Ya no cantas Chingolo!...
¿Dónde fuiste a parar?
En algún lao, muy solo,
despacito llorás...
Guitarrita del campo,
voz de la soledad,
desde que tú te fuiste
no sabemos cantar.

2) En Chile lo llaman Chincol y le cantan con el alma.

La tonada chilena "El Chincol" es interpretada por Los Guaina, grupo musical que luego dió origen a Los Cuatro de Chile. En esas tierras el canto del Chingolo ha sido fonetizado como "ha visto a mi tío Agustín ??". De una manera deliciosa el autor de esta tonada fusiona y musicaliza el piar del Chilcán con esa frase popular.

Bartolo Lara es un personaje del imaginario popular chileno. Bartolo, un hombre pobre pero astuto, firmó un pacto con el diablo con tanta picardía que logró engañar al mismísimo demonio y salvar su alma. Igual nombre llevaba un programa infantil conducido por León Canales, folklorista que difundía entre los niños las tradiciones y música popular nacionales. Aquí va su tema para nuestro pajarillo, Han visto a mi tío Agustín ? ... No podía llamarse de otro modo esta canción infantil. La pista para encontrar este aporte cultural chileno me la dio mi face-amigo Fernando González Sandoval.

Otro hallazgo chileno: Los del Maipo interpretan Canción para un Chincol, tema de Alfonso Ureta.

3) Llegó el turno de Brasil. Allí llaman Tico Tico a nuestro Chingolo. Una de las más conocidas canciones brasileñas, Tico Tico no Fubá, ha sido grabada por innumerables intérpretes. La composición de Zequinha de Abreu lleva el inimitable ritmo popular choro, tal vez el primer género folklórico surgido en esas tierras.

Tico-tico
Tico-tico
O tico-tico tá
Tá outra vez aqui
O tico-tico tá comendo meu fubá
O tico-tico tem, tem que se alimentar
Que vá comer umas minhocas no pomar

Tico-tico
O tico-tico tá
Tá outra vez aqui
O tico-tico tá comendo meu fubá
O tico-tico tem, tem que se alimentar
Que vá comer umas minhocas no pomar

Ó por favor, tire esse bicho do celeiro
Porque ele acaba comendo o fubá inteiro
Tira esse tico de cá, de cima do meu fubá
Tem tanta coisa que ele pode pinicar
Eu já fiz tudo para ver se conseguia
Botei alpiste para ver se ele comia
Botei um gato, um espantalho e alçapão
Mas ele acha que fubá é que é boa alimentação

O tico-tico tá
Tá outra vez aqui
O tico-tico tá comendo meu fubá
O tico-tico tem, tem que se alimentar
Que vá comer é mais minhoca e não fubál

Versión de Carmen Miranda en la película Copacabana.

Tico Tico no Fubá ha recorrido el mundo en un viaje cultural que parece no tener fin. Esta versión pertenece al grupo musical Fortíssimo Guitar Quartet. Sus integrantes son oriundos de Rusia, Bielorusia y Ucrania ...

Ahora es el turno de Europa: Tico Tico no Fubá en versión de la Orquesta Sinfónica de Galicia. Su Director es el Maestro Christian Vásquez, venezolano ... Cultura sin fronteras.

Sonograma del Chingolo, Zonotrichia capensis

Ornitología (Fuente: Wikipedia)

NOMBRE COMUN Chingolo
ORDEN Passeriformes
FAMILIA Emberizidae
NOMBRE CIENTIFICO Zonotrichia capensis

Características físicas y de conducta
Alcanza entre 14 y 15 cm de largo. El pico es corto y recto, de unos 15 mm. Muestra la corona y la cara grises, con una banda negra. La garganta es blanca, con un visible collar en la nuca de color canela o castaño. El vientre y el pecho son pardo claro o blanquecinos, con reflejos más oscuros y los costados grisáceos. El dorso es también pardo, manchado de negro, con las alas y la cola de tono más oscuro. Los juveniles tienen plumaje más uniforme, con jaspeado más oscuro en el pecho.
Es solitario, formando parejas en época de reproducción; más rara vez forma bandadas monoespecíficas o con otros paseriformes. Pasa mucho tiempo en árboles y arbustos, aunque baja a tierra a recoger su principal alimento, semillas y gusanos. Habita una gran variedad de entornos, desde praderas abiertas y estepas hasta bosques, plantaciones agrícolas y ambientes urbanos. Permanece activo hasta entrado el anochecer.
El canto del Chingolo es exclusivo del macho; aunque en apariencia simple, formado por un tema de tres tiempos y un trino posterior, permite identificar la población de origen del macho. Si bien el tema es distinto en cada individuo, el trino es característico de un grupo poblacional, permitiendo a la hembra identificar la procedencia de su prospectiva pareja. Se transmite de generación en generación; los pichones lo adquieren entre los 10 y 40 días de vida, escuchando el canto de los adultos de su grupo.

Alimentación
Mayormente granos, también insectos coleópteros. Para buscar alimento suelen agruparse. Es común verlos buscar su comida en el suelo, entre rastrojos. A veces se asocia con los gorriones, con quienes suele confundírselos, aunque se identifican gracias a su copetito gris.

Reproducción
La hembra deposita en días corridos de 2 a 5 huevos de forma ovoide, de color verde pálido o celeste, con manchas o anillos de color castaño, gris o lila, de unos 19 x 15 mm. La incubación demora entre 11 y 13 días; tras la eclosión, los pichones permanecen en el nido entre 10 y 11 días, mientras van cobrando un plumaje más oscuro que el que muestran al nacer.
Entre primavera y comienzos del verano forman parejas. Construyen el nido, de forma semiesférica y un diámetro externo de hasta 13 cm, formado por paja en el exterior y cerdas, pelos y plumón por la cara interna. Suelen levantarlos en el suelo en zona de pastizales cerrados; más raramente lo construyen en arbustos o en ramas bajas.

Hábitat y distribución geográfica

Esta especie se distribuye por toda América del Sur (salvo Islas Malvinas y Tierra del Fuego), América Central e islas del Caribe.

Mapa de distribución del Chingolo, Zonotrichia capensis