martes, 11 de julio de 2017

Tijereta, incansable cazadora de insectos

Recuerdo una excursión escolar al campo un 21 de setiembre, tal vez a mis diez años; estaba yo tendido en un claro del bosque y mirando el cielo cuando de pronto las vi llegar: decenas de Tijeretas regresaban al sur junto con el calor, para anidar y criar pichones que se irían junto a sus padres a un lejano norte en el siguiente otoño. Conocía esas aves, pero nunca antes las había visto en tal cantidad y en pleno movimiento migratorio. Desde entonces siento que Tijeretas (Tyrannus savana) y primavera están indisolublemente fundidas en un crisol de plumas y equinoccio.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
En una tarde de fuego esta Tijereta nos llegó desde su exilio invernal.





Tijeretas y cultura


Sucedió hace muchísimos años.
Tupá había decidido que las almas de los que morían y que debían llegar al cielo, lo hicieran volando con unas alitas que Él enviaba a la tierra por medio de sus emisarios. Claro que para los mortales esas alitas eran invisibles.
Una vez que el alma llegaba al ibaga, Tupá destinaba esa alma a un ave que Él creaba con tal objeto, de acuerdo a las características que hubiera tenido en vida la persona a quien pertenecía.
En un pueblito guaraní vivía Eíra con su madre. Ésta, que había quedado imposibilitada, dependía para todo de su hija, que a su vez se dedicaba a atenderla y cuidarla, ganándose la vida con su trabajo.
Eíra era costurera, y para tener a mano la yetapá (Nota: tijera) que tantas veces necesitaba, la llevaba colgada a la cintura, sobre su blanco delantal, por medio de un cordón oscuro.
Muy trabajadora y diligente, a Eíra nunca le faltaban vestidos para confeccionar, de manera que era muy común verla con tela y tijera, cortando nuevos trabajos.
Se hubiera dicho que la tijera formaba parte de ella misma. Por la mañana, al levantarse y luego de haberse vestido, lo primero que hacía era atarla a su cintura teniéndola pronta para usarla en cualquier momento.
Viejecita y enferma como estaba, y a pesar de los cuidados que le prodigara, la madre de la laboriosa Eíra murió una noche de invierno, cuando el frío era muy intenso y el viento soplaba con fuerza.
Grande fue la pena de esta hija buena, dedicada siempre y únicamente a su madre y a su trabajo.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
Percha alto y con una visión despejada, al acecho de insectos que intentará cazar en vuelo.

Desde ese momento quedó sólo con su tarea, a la que se entregó con más ahínco que nunca tratando de distraerse, porque su pena era muy intensa y la desgracia sufrida la había abatido de tal forma que perdió el deseo de vivir.
La tijera así suspendida acompañaba el ritmo de su paso y brillaba el reflejo de la luz, cuando la costurera se movía de un lugar a otro.
No mucho tiempo después de la muerte de su madre, la dulce y sufrida costurera enfermó de tristeza y de dolor, tan gravemente que no fue posible salvarla.
Eíra había sido siempre buena, excelente hija y laboriosa y diligente en sus tareas, por lo que Tupá llevó su ánga (nota: alma) al cielo.
Allí creó para albergarla un pájaro de plumaje negro, con la garganta, el pecho y el vientre blancos. Omitió los matices alegres y brillantes considerando que su vida había sido humilde, opaca y oscura, aunque llena de bondad y sacrificio.
Cuando Tupá hubo terminado su obra, Eíra se miró y miró a Tupá como intentando pedirle algo.
Su vuelo elástico le permite cazar insectos en el aire.

El Dios bueno, que conoció su intención, dijo para animarla:
-¿Qué deseas, Eíra? ¿Qué quieres pedirme?
Conociendo la amplia bondad de Tupá, comenzó humilde y avergonzada a pedir... ¡ella que jamás había pedido nada!
-Tupá... Dios bueno que complaces a los que te aman y respetan... yo desearía...
-¿Qué es lo que quisieras, Eíra?
-Tú sabes que durante toda mi vida sólo al trabajo me dediqué y quisiera tener un recuerdo de lo que me ayudó a vivir...
-Dime, entonces... ¿qué es lo que deseas?
-Yo desearía tener una tijerita que me recordara la que tanto usé en mi vida en la tierra y que contribuyó a que sostuviera a mi madre...
Encontró Tupá muy de su agrado el pedido de la muchacha, por la intención que lo inspiraba, y tomando las plumas laterales de la cola las estiró hasta dar a la misma la apariencia de una yetapá, como lo deseara la costurera, otorgándole, además, la propiedad de abrirla y cerrarla a su voluntad, tal como hiciera durante tanto tiempo con la de metal con que cortara las telas.
Por la semejanza, precisamente, que tiene la cola de esta ave con la tijera, la llamamos Tijereta.

Fue una grata sorpresa encontrar en Youtube esta hermosa leyenda Guaraní. La iniciativa fue de José Francisco Díaz - Salado, quien transmite materiales culturales mediante la radio on line La Voz Silenciosa.


Estos versos los encontré en distintos lugares de la web, donde no se menciona al autor. Los reproduzco quedando pendiente dicho reconocimiento. Las "faltas de ortografía" no son tales: el autor refleja allí el modismo oral del gaucho pampeano.

Usás negro serenero
y al cueyo blanca goliya
que bajo el sol lindo briya
y te da un toque campero;
pa'cubrir un poco el cuero
yevás chaleco grisácio
y en tanto que yo dispacio
al dir tranquiando te miro,
vos hacés giro tras giro
en derredor de'un acacio.

Aunque no sos pendenciero
terciás dos dagas al cinto,
a mi entender... por instinto,
ya dije no sos matrero.
El tuyo es otro entrevero
sigún mi cencia interpreta:
con las dagas como aleta
le sacás lonjas al aire,
y elogiando tu donaire
yo te canto ¡Tijereta!

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
En la Tijereta la cola del macho es notoriamente más larga que la de hembra y juveniles.


Sonograma de la Tijereta, Tyrannus savana


Ornitología

NOMBRE COMUN Tijereta
ORDEN Passeriformes
FAMILIA Tyrannidae
NOMBRE CIENTIFICO Tyrannus savana

Características físicas y de conducta
Partes inferiores blancas y las superiores grises, alas marrón oscuro, el pico y la mitad superior de la cabeza negros. Los machos a veces presentan una línea amarilla en la coronilla. La especie posee una cola bifurcada extremadamente larga, de 2 a 3 veces la longitud del cuerpo en los machos. Las plumas de la cola son negras o marrón muy oscuro por ambos lados; las más externas son las más largas. En las hembras, la cola es algo más corta. Los juveniles presentan cola más corta. Los machos miden 37-41cm, las hembras 28-30cm.
Durante la época de cría forma parejas, luego es gregaria y puede reunirse en gran número cuando migra. Pasa el invierno en el norte de Sudamérica. Con la primavera regresa a territorio Argentino.

Alimentación
Su conducta de caza en vuelo la realiza, posándose en una percha o rama preferentemente seca, de la parte superior del dosel de un árbol, cazando insectos en vuelo, regresando en numerosas ocasiones luego de un vuelo superior en redondo a la misma percha.

Reproducción
En primavera y verano. Su nido es una taza hecha de lana y ramitas colocado en lo alto de un arbusto, a la vista. Es agresiva en la defensa de su nido, incluso ante predadores mucho más grandes.

Hábitat y distribución geográfica Habitan regiones abiertas con árboles o arbustos, desde donde puede cazar insectos. Además se suelen parar en los cables de la luz.
La encontramos desde el sur de Estados Unidos hasta el norte de la Patagonia Argentina.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
Mapa de Distribución de la Tijereta, Tyrannus savana




2 comentarios:

  1. Esta es una de mis aves favoritas, es mas es la que me hace brincar el corazón cuando vuelve de su migración, sin embargo al leer sobre la leyenda guaraní, magnifica leyenda por cierto, me recordó mas al Gubernetes yetapa, cual seria el nombre común para esta ave? Bueno estupendo Blog!! en especial porque es el único que coloca mucho sobre el folclore en las aves. Felicidades!!

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    1. Hola Vanesa. Me alegro que disfrutes este blog. Para mí es realmente un placer realizar cada artículo, aprendiendo sobre la cultura y arte asociados a cada ave que posteo y enriqueciendo los post con aportes de quienes se acercan a leerlos.
      Del Gubernetes yetapa conozco los nombres Yetapa común y Tesoura do brejo en portugués (creo que significa algo como tesoro del humedal o del pantano). No se encuentra en mi región, noroeste de Argentina, sino en el noreste, zona del litoral.
      Te pido que me ayudes a difundir el blog compartiendo los artículos que te gusten en tu Face y etiquetando entre tus amigos a quienes puedan interesarse. Todo suma, y mucho, a este esfuerzo. Gracias y cordial abrazo !!!

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