domingo, 30 de abril de 2017

Ñandú, el gran corredor del pastizal.

Los pueblos indígenas americanos han convivido armonicamente con el Ñandú (Rhea americana). La llegada del europeo convirtió este escenario en una caza indiscriminada tras su carne, piel, plumas y huevos. El parcelamiento y alambrado rural agravó la situación. Actualmente numerosos dueños de establecimientos prohiben su caza, facilitando su conservación.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
Ñandú recorriendo un rastrojo en campo al pie de las Sierras Subandinas, Salta.


Ñandú y cultura

Nombres comunes (fuente Wikipedia)
Por su aspecto semejante al de un avestruz aún se le suele dar el nombre que en el s. XVI le dieran los españoles: primero avestruz indiano y luego avestruz americano.
La palabra Ñandú deriva del guaraní y significa “araña”; para este pueblo el plumaje del ñandú recuerda a las arañas peludas de la Cuenca Amazónica. Otros nombres son el quechua Suri y el mapudungún o araucano Choike.
En la actualidad el nombre Ñandú abarca tanto a esta especie como a la especie Rhea pennata (se trata del verdadero Suri o Choike, especie patagónica y andina de menor tamaño).


Relación con el hombre
El Ñandú ha sido cazado con fines alimenticios, así como por sus plumas y piel. Con el mismo fin se hace recolección de sus grandes huevos.
Grupos indígenas de Sudamérica (CharrúasGuaraníesPampas), veían su huella de tres dedos en la Cruz del sur.

Crianza del Ñandú
Esta especie se cría en América del Norte y Europa de manera similar al Emú común y el Avestruz. Los principales productos son la carne y huevos, pero el aceite de Ñandú se usa para cosméticos y jabones y su cuero se comercializa.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
El Ñandú es el ave de mayor tamaño y peso en toda América.

Leyenda del Ñandú, provincia de Mendoza, Argentina:
(fuente www.oni.escuelas.edu.ar)

Hace muchos, muchísimos años, habitaban en las tierras mendocinas una tribu de indígenas muy buenos, hospitalarios y trabajadores. Ellos vivían en paz, pero un buen día se enteraron que del otro lado de la cordillera y desde el norte de la región se acercaban aborígenes feroces, guerreros muy malos.
Pronto, los invasores rodearon la tribu, quienes decidieron pedir ayuda a un pueblo amigo que vivía en el este.
Pero para llevar la noticia  era necesario pasar a través del cerco de los invasores, y ninguno se animaba a hacerlo.
Por fin, un muchacho joven, fuerte y ágil, que se había casado con una joven de su tribu no hacia más de un mes, se presentó ante su jefe. Resuelto a todo, se ofreció a intentar la aventura, y después de recibir una cariñosa despedida de toda la tribu, muy de madrugada, partió con la compañía de su esposa.
Marchando con el incansable trotecito indígena, marido y mujer no encontraron sino hasta el segundo día la avanzada enemiga.
Sin separarse ni por un momento y confiando en sus ágiles piernas, corrían, saltaban, evitaban los lazos y boleadoras que los invasores les lanzaban.
Perseguidos cada vez más cerca por los feroces guerreros, siguieron corriendo siempre, aunque muy cansados hacia el naciente.
Y cuando parecía que ya habían de ser atrapados, comenzaron a sentirse más livianos ... de pronto se transformaban. Las piernas se hacían más delgadas, los brazos se convertían en alas, el cuerpo se les cubría de plumas. Los rasgos humanos de los jóvenes desaparecieron, para dar lugar a las esbeltas formas de dos aves de gran tamaño: quedaron convertidos en los que, con el tiempo, se llamó Ñandú.
A toda velocidad, dejando muy atrás a perseguidores, llegaron a la tribu de sus amigos. Éstos, alertados, tomaron sus armas y se pusieron en marcha rápidamente. Sorprendieron a los invasores por delante y por detrás, y los derrotaron, obligándolos a regresar a sus tierras.
Y así cuenta la leyenda que apareció el Ñandú sobre la Tierra.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
El Ñandú permite un acercamiento a unos 15 metros antes de alejarse.

Otras Leyendas del Suri o Ñandú:

Leyenda Mocoví del Suri, ilustración de Rodrigo Folgueira
Ilustración de Rodrigo Folgueira para la Leyenda Mocoví del Suri


Leyenda Mocoví: Nemec, el mejor cazador que jamás existió, persiguió al Suri sin tregua. Pero el ave escapó elevándose al cielo. La derrota de Nemec dio origen a la más bella constelación austral: la Huella del Ñandú o Cruz del Sur.

Ñandú, Suri o Choique, leyendas americanas precolombinas
Tejido Ñandutí o "tela de araña" que los Guaraníes asimilan al lomo de un Ñandú.

Leyenda Guaraní del Ñandutí: explica el origen del famoso tejido paraguayo Ñandutí o "tela de araña".

Ñandú, Suri o Choique, leyendas americanas precolombinas
Ñandú o Suri a la carrera: ilustración de Molina Campos.

Leyenda Mapuche: nos cuenta cómo aprendió el Suri a correr en zig zag. Ocurrió que cuando se creó la lluvia y cayeron las primeras gotas, el Suri no quería mojarse y corría de ese modo tratando de esquivarlas !!!

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
Los ojos y oídos del Ñandú no están cubiertos de plumas.

Leyenda: El Suri y el Sapo.
Hicieron una apuesta y ganó el más pícaro. Pero ... quién fue el más pícaro ?

Versión del norte de Chile: aquí el Suri le gana al Sapo y todo su "ejército".

Un caluroso día, el Suri —que tenía mucha sed—, fue al arroyo a tomar agua. Al llegar a la orilla no vio que había un Sapo y lo pisó.
— ¡Ay, que me pisas! ¿Acaso soy muy chico y por eso me pones la pata encima? ¿Quieres guerra? —preguntó el Sapo, adolorido.
— Está bien, si quieres guerra, la tendrás —contestó el Suri.
El Sapo reunió a su ejército conformado por vizcachas, gatos, culebras y con el zorro como general.
Cuando estuvieron listos fueron al encuentro del Suri. Todos estaban sorprendidos ya que el Suri solo llevaba tres cántaros.
El zorro gritó dando la señal de partida. Gatos, culebras y vizcachas se abalanzaron sobre el Suri. Estaban seguros de que la batalla estaba ganada.
Pero cuando ya estaban a pocos metros del Suri, éste abrió sus cántaros
y un centenar de tábanos salió disparado sobre los animales. Los pobres animales se golpeaban contra el suelo para evitar las picadas de los tábanos. 
Entonces, a lo lejos, se escuchó la voz del zorro que ordenaba:
— ¡Al agua, al agua!
El Suri había ganado la batalla.

Fuente: Gómez Parra, Domingo, Cuentos de nuestra tierra, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad de Antofagasta, 1994.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
Su largo cuello le permite llegar al suelo sin arquear sus piernas. Levantado, le permite vigilar presencias extrañas a distancia.



























Versión de Argentina: el desafío es similar al de la versión chilena; pero en este caso, el Sapo es un justo vencedor.
Texto completo con un clic: El Sapo y el Suri.
Cuento popular Argentino. Por Susana C. Otero.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
Recorren el terreno en grupos familiares, buscando su alimento.

Cuento de la cultura Aymara: El Cóndor y el Suri.
Para los Aymaras el Suri volaba junto al Cóndor. Tuvo una mezquindad con la Pachamama; negarle un tributo a la Madre Tierra, causó su desgracia. Perdió su capacidad de volar y nunca más estará separado de la gran Pacha, protectora de todos.
El material fue preparado por un grupo chileno en el marco de un concurso cultural que el gobierno de Chile realizó en la Región de Tarapacá. Les comparto la versión en castellano, existiendo también otra en lengua Aymara.


Arte con huevos de Ñandú:
Numerosos artistas plasman su creatividad sobre huevos de distintas especies de avestruz, logrando obras que impactan. Aquí les presento ejemplos de estas artesanías (fuente: al pie de cada foto).

arteenhuevo.blogspot.com
Christel Assante
stellamsaenz.blogspot.com.ar

El Ñandú en la astronomía precolombina.

Para los indígenas americanos, no existía la "Cruz del Sur" en el cielo austral. Ellos veían claramente la "Huella del Ñandú" y, a partir de allí, elaboraban una compleja y rica cosmogonía que reflejaba sus vidas. Del sinnúmero de mitos y leyendas indígenas elijo la narrada por los Tehuelches:

Astronomía indígena americana
Leyenda Tehuelche del Suri: ilustración en chileprecolombino.cl















" ... se cuenta que el origen de la Cruz del Sur se relaciona con Kakn, un avestruz que dejó impresa su pata en el firmamento. Ello ocurrió cuando en una cacería fue avistado Kakn, el gran macho Suri, y los cazadores lo persiguieron hasta acorralarlo en un barranco. Kakn entonces trepó por un arco iris que tocaba el borde del abismo, desapareciendo en el cielo. Uno de los cazadores le lanzó una boleadora que también se perdió en la bóveda celeste. Kakn estampó la huella de su extremidad creando el conjunto de estrellas denominado Cruz del Sur y la boleadora suspendida en las alturas dio origen a las Tres Marías. Se cree que Kakn aún continúa corriendo por el firmamento." (Antropóloga Sonia Montecino Aguirre, Diccionario de Seres magias y encantos, Chile; ilustración tomada de chileprecolombino.cl)

Un interesantísimo trabajo de divulgación científica del Instituto de Radioastronomía, Univ. Nacional de la Plata, resume muchas creencias de la América indígena (clic aquí para ver artículo original). Les resumo el material de tres culturas:

Astronomía indígena americana
El Suri en el cielo austral precolombino: ilustración en astroturismo.com.ar

Chiriguanos, Chaguancas y Chanés: para ellos la cabeza y cuello del Suriestán representados en la constelación sobre el Saco de Carbón. Estando formada la cabeza por las cuatro estrellas de la Cruz del Sur, el cuello por unas cuantas estrellas tomadas del Centauro y cerrando esta constelación, el espléndido collar al fin del cuello, representado por Alfa y Beta del Centauro.

Indígenas patagónicos: el Suri es la “bolsa de carbón”; su pisada o huella es
la cruz austral; las plumas de los animales boleados, visibles en dos montones, son las dos Nubes Magallánicas; y la boleadora avestrucera, son las dos estrellas más brillantes del Centauro, Alfa y Beta. Todo esto forma un conjunto homogéneo de ideas que puede llamarse ilustración astral de la vida diaria del indio patagón.

Mocovíes: ellos veían la "Caza del Suri" en el cielo. En una cacería sus perros persiguieron a unos Suris. Lograron escapar subiendo al cielo, donde se quedaron a salvo. El Suri macho va delante, la hembra sigue al esposo. Júntanse los dos en su época y ponen su nido cuando viene el buen tiempo o sea cuando aparecen las Tres Marías y las Siete Cabrillas (las Pléyades) que representan la nidada del casal). De la nidada salen muchos pichones que son criados por los padres. En la primavera, la época propicia en que crece bien el pasto, los pichones bajan a la tierra para comer las flores, y para que los indios tengan con que alimentarse.

El Ñandú en la iconografía precolombina:

Grabados en piedra, pintura en cerámicas y paredes rocosas, tejidos y otros materiales han sido utilizados por nuestros indígenas para dejar testimonio creativo de la íntima relación entre el hombre y el Suri. Aquí algunas muestras históricas y actuales:

Presentación de la Prof. Elizabet Porrini


Cerámica moderna con iconografía de Suri precolombina.


Ñandú, Suri o Choique, iconografía precolombina
Imágenes sobre roca en las Cuevas Pintadas de Guachipas, provincia de Salta.














El Ñandú en la danza folklórica.

a) Suri Sikuri: en esta danza del altiplano (meseta andina compartida por Bolivia, Perú, Chile y Argentina) los danzarines recrean los movimientos del ñandú cuando defiende sus pichones. El tocado circular de los bailarines, con más de 200 plumas arregladas en círculos concéntricos, es una joya artesanal.

Danza típica del altiplano
Nota en periódico La Patria, Oruro, Bolivia.

Versión boliviana en teatro:


Versión al aire libre, desde el Perú:


b) Danza del Suri en la Amazonia del Perú. Creada en 1993 en Tingo María.


c) Danza del Suri en el folklore argentino. Creada en Santa María, provincia de Catamarca. Notable trabajo del varón con su poncho: mientras gira y zapatea, mueve el poncho con ambos brazos imitando el aletear de un Ñandú para impresionar a su pareja.


El Ñandú en el canto folclórico.

1) A lo ñandú
Autor e intérprete: José Larralde.

Subía por los durmientes
pata y pata pa´l ombú
de aquellos ferrocarriles del sur.
No es fácil andar de croto
el agua hasta el caracú
por un junio sin entrañas del sur.

La pucha que hay que ser macho
pa´ vivir a lo ñandú
sin recularle al pampero
con los alones en cruz.

La pucha que hay que ser macho
alimentau a ragú
corazón de tierra y alma del sur.

Alguna vez fue resero
otra vez fue alambrador
tuvo rancho y tuvo prienda. y perdió.
La suerte se tiró a chanta
y él que en la vía tranquió
como un durmiente con alas partió.

La pucha que hay que ser macho
pa´ vivir a lo ñandú
sin recularle al pampero
con los alones en cruz.

La pucha que ha y que ser macho
alimentau a ragú
corazón de tierra y alma del sur.
Corazón de tierra y alma del sur.


2) El Ñandú, interpretado por la cantante uruguaya Amalia de la Vega.

Indio y gaucho cimarrón, dueño y señor de la pampa,
donde pasea su estampa de fornido mocetón,
poncho gris medio rabón, y complejo paño rico,
pie desnudo, calzón chico, al aire largo cogote
y una gorrita de jockey, cuya visera es el pico.

En pleno campo se asienta, por parejas o en bandada,
y en el pasto su nidada, decenas de huevos puesta,
día y noche se alimenta, comilón descomunal
que desde un yuyo al metal, todo traga en su avidez
y sin quejarse una vez, su estómago colosal.

Digo Ñandú y es un grillo de lanzas y tercerolas,
un flamear de banderolas, relámpago de cuchillos
surge en el fiero caudillo, los gauchos la montonera
que era Patria a su manera, y se dibuja ilusoria
contra el muro de la historia heroica, toda una era.


3) El pico chato, interpretado por Saúl Huechul.

De pico chato y cogote, 
bastante emplumado y largo
sin orejas y sin embargo, 
no lo sorprenden al trote.
De ojos mansos y grandotes
pero de patas peladas,
que con tres dedos formadas 
pisa el ñandú y no ignoro,
que entre su plumaje moro 
luce blancas y plateadas.

Sólo el macho tiene plumas, 
bien renegrido en el pecho;
y en los bajos y repecho, 
picando verde se suma.
Es codiciado por el puma, 
por el hombre y por el zorro,
por eso entre los matorros, 
es muy difícil que duerma.
Sólo con la carne enferma 
le pide al monte socorro.

No es ni manso ni es matrero,
más si lo apuran de pronto
mueve haciéndose el tonto; 
pero cuidado que es ligero.
En la lucha es gambetero 
y aunque el indio lo ha boleado,
a muchos galgos ha dejado, 
si defenderse le toca;
con las plumas en la boca, 
sediento y acalambrado.

Anda solo o en cuadrilla 
depende de la temporada
y encontrarle la nidada 
es casi una maravilla.
Los huevos para las tortillas 
son lindos y sin recovecos
y pensando que no peco, 
que un saber todo repito:
frescos están amarillitos, 
si están blancos están cluecos.

Que lujo cuando del nido 
el macho como con celo,
posando el pico en el suelo 
larga al viento su bramido.
Bramar que se hace zumbido
poblando las extensiones
y andan las conversaciones, 
según entre gente criolla:
que siendo el macho el que empolla, 
también cría los pichones.

Ñandú moro que picando, 
ayer en mi pago hallaba;
cuando todavía ni pensaba 
que se irían terminando.
Hoy que lo andan tiroteando 
ni bien pueden divisarlo,
pues debo de confesarlo 
yo también supe correrlo;
pero eso sí para comerlo: 
no matarlo por matarlo.


Anécdotas de lectores:
Estas aves tienen un apetito voraz, tragando todo lo que encuentran. A ello suman una curiosidad innata. Son frecuentes los hechos graciosos en su encuentro o convivencia con humanos, como me cuentan amigas lectoras del blog:
Monica Saravia Jugábamos con mis primos a la orilla del arroyo, mi abuelo que sabía de buen gusto contaba con una pareja de ñandúes, ya habíamos sido alertados de mantener distancia con ellos, les gusta patear y lo hacen fuerte! Pero a ellos le llamó la atención la presencia de tantos niños y decidieron acercarse a establecer vínculo cuando a la dama le atrajo el color del colerito en el cabello de mi hermana y decidió pedírselo muy amablemente de un picotazo. Toda la tarde los corrimos pero no recuperamos el colerito ... se lo tragó, luego de hacernos correr toda la tarde con el colero en el pico.
Angi Paz ... una vez me pasó a mí con la bombilla de mi abuela! Fui a derramar la yerba del mate lejos del patio y no me percaté de su picardía y me hizo correr tanto pero nuncaaaa encontré la bombilla!

Sonograma del Ñandú, Rhea americana


Ornitología: (Fuente Wikipedia)

Nombre común: Ñandú
Orden: Rheiformes o Struthioniformes (*)
Familia: Rheidae
Nombre Científico: Rhea americana o Pterocnemia pennata (*)
(*) en discusión.

Características físicas y de conducta
El macho alcanza una altura de 1,50 m y 35 kilos de peso; la hembra 1,20 m y alrededor de los 25 kg.
Patas sin plumas que terminan en tres dedos, con una robusta uña comprimida lateralmente en cada dedo. Sus alas las utiliza para dar equilibrio al cuerpo durante el giro en la carrera.
Cabeza pequeña color ceniciento. Pico fuerte, del mismo tamaño que la cabeza, deprimido y ancho en la base. Ojos y oídos rodeados por piel rugosa, sin plumas.
Base del largo cuello, pecho y parte superior de la cabeza: coloración negra, más destacada en el macho; el resto del cuerpo es gris.
Se trata de un ave corredora, incapaz de volar, adaptada principalmente a las llanuras, aunque algunas subespecies se encuentran en zonas de parque cuasi-selvático, y otras se encuentran en regiones bastante montañosas o, en todo caso, de mesetas. Es el ave más grande de América.
Alimentación
Es omnívoro: come semillas, granos, frutos, insectos, batracios, reptiles, mamíferos pequeños y pichones de ave.

Reproducción
El Ñandú es polígino, cortejando cada macho entre 2 y 12 hembras. El macho construye el nido e incuba los huevos. Puede ser peligroso cuando se encuentra empollando.

Hábitat y distribución
El ñandú se encuentra exclusivamente en Sudamérica: Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil.

Avistaje de aves en Argentina, Salta. Birdwatching y fotografía de Juan Carlos Gorrini.
Mapa de distribución del Ñandú - Rhea americana



6 comentarios:

  1. MR.GORRINI IM PE CA BLE!!! AVISE CUANDO LARGUE LA ENCICLOPEDIA! ME APUNTO 1° QUE RECOPILACIÓN QUE TRABAJO ,CHAPEAU MONSIEUR!!!!

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    1. Me alegra amigo Aldo que hayas disfrutado el artículo. Va avanzando el blog. Cordial abrazo !!!

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  2. Gracias Fabián. Veo que te agraden las aves y cultura. Me permito entonces ecomendarte este artículo que actualicé hace muy poco.
    Que lo disfrutes !!!

    https://avesrosariodelafronterasalta.blogspot.com.ar/2015/12/crespin-el-solitario-cantor.html#more

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  3. Sres.

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